miércoles, 21 de octubre de 2009

Joaquín Londáiz: Elliot Tomclyde

Otro autor amigo nos envía sus palabras, en esta ocasión Joaquín Londáiz. Gracias por acompañarme en mi vuelo todos estos años, Joaquín.

Hace algo más de tres años, en las estanterías de nuestro querido Dragón Lector aparecía un libro de color verde con un precioso espejo plateado en la cubierta. Se trataba de Elliot Tomclyde, el primer ejemplar de una saga que el pasado 17 de abril se completó con su quinto volumen: Elliot y las Piedras Elementales.

Sin lugar a dudas, hablar de Elliot es hablar del mundo de los elementales, un mundo paralelo al nuestro, oculto a los ojos de los seres humanos y que permanece en equilibrio gracias a la Flor de la Armonía. Además de incontables criaturas fantásticas, sus principales habitantes son los elementales o hechiceros de los elementos: Tierra, Aire, Agua y Fuego. Mientras que lo habitual sería que un hechicero estuviese especializado en un único elemento, esto no tiene por qué darse siempre.

Sin ir más lejos, como pudisteis descubrir en aquel libro, Elliot Tomclyde es un chico especial. A priori, llevaba una vida de lo más normal. Vivía en Québec (Canadá) junto a sus padres y allí iba a la escuela, como cualquier otro chico de su edad. Tenía su pandilla de amigos y con ellos disfrutaba de la nieve en la temporada de invierno. Lo que él desconocía era que la Madre Naturaleza lo había escogido para llevar a cabo una misión muy especial que
pondría a prueba su fortaleza, su valor, su honestidad, su fidelidad para con los amigos. Por eso, después de afrontar las pruebas de magia elemental, descubre que tiene aptitudes para todos los elementos. ¡Era la primera vez en la historia que sucedía algo así!
A estas alturas, sin duda sabéis que la saga la componen un total de cinco libros, editados todos ellos por Montena. Los cuatro primeros (Elliot Tomclyde, Elliot y el Limbo de los Perdidos, Elliot y el retorno de las momias, Elliot y el secreto de los Lamphard) ya han sido publicados y componen el aprendizaje del muchacho en los cuatro elementos, ambientado cada uno de ellos en lugares y parajes tan distintos que van desde el desierto en Egipto, a las profundidades del océano o la cordillera del Himalaya. En el quinto y último libro de la serie, Elliot y las Piedras Elementales, tiene lugar una aventura que mezcla el poder de los cuatro elementos. Llega el momento de la verdad, en el que Elliot deberá hacer frente a esa misión para la que fue llamado. ¿Lo conseguirá? Ya sabéis que lo podéis descubrir en el Dragón Lector.

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